El filtro es un mecanismo que, mediante la utilización de diferentes materiales, se utiliza para limpiar el agua de los residuos de comida, excrementos y otros productos nocivos que se acumulan en el acuario. Se distinguen dos tipos de filtros según su localización: los filtros interiores, que se colocan dentro del acuario, y los filtros exteriores, recomendados para asegurar la claridad de los acuarios de gran volumen, poblados a menudo de numerosos peces de gran tamaño.
Su limpieza y mantenimiento es sencilla y muy importante para su correcto funcionamiento. Debería ser mensual. Primero se para el filtro, se sacan los materiales filtrantes y se lavan con agua fría o templada, pero sin dejarlos totalmente limpios, ya que así mantendremos parte de las colonias bacterianas que han crecido en el filtro y que son necesarias.
El mantenimiento consiste en cambiar las piezas (juntas, rotores...), que con el tiempo y el uso se vayan deteriorando y cambiar los materiales filtrantes en los periodos que recomienda el fabricante.
Los materiales filtrantes son muy variados. Entre los mas usados encontramos:
Perlón:
Fibra sintética de aspecto algodonoso.
Esponja:
Existen de diferentes grosores y calidades.
Cilindros cerámicos:
Carbón activo:
Retiene compuestos químicos del agua como el cloro, residuos alcalinos y restos de medicamentos. No se deben de usar cuando tratemos el agua con medicamentos para alguna infección o enfermedades de los peces, porque fijará el compuesto y perderemos el medicamento que hemos echado.
Turbas:
Añade ácidos húmicos y tánicos al agua y la acidifica a la par que reduce la dureza de carbonatos. Además, puede ser una buena aliada para evitar que proliferen algas verdes en el acuario. Su uso junto con el carbón activo en el filtro está totalmente contraindicado pues su acción es antagónica. Si el agua tiene una dureza superior a 6º TH., su capacidad acidificante es prácticamente nula. El agua con el uso de turbas como material filtrante adquiere un tono ámbar, no muy apreciado por muchos aficionados que desean ver el agua de sus acuarios lo más transparente posible.
Resinas intercambiadoras de iones:
Utilizadas para descalcificar el agua o para retirar los nitratos de ella. Las más adecuadas son las que no se regeneran con sal (de usar y tirar), porque no aumentan la salinidad del agua. Además, hay que tener mucho cuidado con algunas, pues una vez saturadas vuelven a verter los productos que retiraron en un principio.
La filtración:
El proceso de hacer pasar el agua por un sistema que retiene y/o transforma restos orgánicos, partículas y otros elementos que contaminan el acuario se denomina filtración.
Los sistemas de filtración caseros necesitan una bomba o un compresor, dependiendo del tipo de filtro, para hacer pasar el agua por el material filtrante. Pero la mayoría de los filtros comerciales tienen un sistema incorporado llamado rotor y no son necesarios.
La filtración debe hacerse sin crear fuertes corrientes de agua, ya que éstas estresarían y agotarían a los peces al tener que nadar contra la corriente generada. Una potencia del filtro media será suficiente, esto además permite la formación de colonias de bacterias nitrificantes.
Filtración biológica:
Es la eliminación de amoniaco y nitritos del agua del acuario. Los organismos que realizan la conversión biológica de los productos contaminantes nitrogenados se llaman bacterias nitrificantes y los materiales sobre los cuales crecen se llaman filtros biológicos.
Este proceso de filtrado es en realidad un proceso de nutrición en el cual, ciertas bacterias obtienen sus nutrientes de los desechos orgánicos acumulados en el biofiltro y los transforman en nitratos, que las plantas y algas toman a su vez para su propio proceso nutricional (fotosíntesis) utilizando la energía de la luz y produciendo oxígeno.
La materia orgánica biodegradable debe eliminarse lo antes posible, ya que su acumulación en el filtro asfixia a las bacterias nitrificantes e incrementa la demanda bioquímica de oxígeno, factor limitante de la nitrificación. Para evitar la saturación del filtro, se pueden utilizar filtros mecánicos adicionales (exteriores o interiores). Cada uno de ellos cumple la finalidad de retener material, pero algunos de ellos también pueden cumplir otras funciones.
Un compresor como fuente de aire para un difusor de burbujas contribuye a que el agua contenga un nivel de oxígeno apropiado.
Filtración mecánica:
Es la retención de materiales, principalmente de origen orgánico. Este proceso es importante para mantener la claridad del agua y reducir la materia orgánica biodegradable en el sistema.
Filtración química:
Se refiere a un amplio conjunto que incluye el uso de materiales filtrantes como gránulos de carbón activado, turbas y resinas descalcificantes. Cada uno de ellos, como ya hemos visto, tiene una actuación determinada, y su uso es aconsejable únicamente cuando las condiciones del acuario lo requieran.
La incorporación de filtros mecánicos y biológicos por separado, facilita el mantenimiento de ambos y mejora la nitrificación sin interrumpirla para su mantenimiento.
martes, 1 de enero de 2008
Tipo de filtros para las peceras
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