Todo el mundo puede saber cuando su gato está sano, o está cerca de contraer una enfermedad, muy sencillo, un gato sano se conserva alerta, seguro, atento a todo lo que sucede a su alrededor. Pero además es importante realizarle exámenes periódicos que pueden ser realizados por el mismo propietario. Un rápido reconocimiento cuando lo asea o cuando está en nuestro regazo, batará para tener una idea de su estado. Cuando se realiza esta revisión se debe tener en cuenta:
Parte trasera. Alrededor del ano, limpia, sin signos de irritación o diarrea.
Piel y pelaje. Debe ser lustroso y limpio, ligero al tacto, sin rasguños, ni heridas, ni pulgas, ni calvicies.
Orejas. La parte externa puede estar un poco sucia, lo cual debe limpiarse. La parte interna debe tener un color rosa pálido y sin signos de secreciones o restos de cera oscura.
Ojos. Deben lucir claros y brillantes, sin secreciones. Si el tercer párpado resulta visible, significa que el animal no está bien.
Nariz. Debe ser suave y aterciopelada, no debe haber costras en su superficie, y los orificios nasales deben estar libres de secreciones. Si estornuda continuamente, vea al veterinario, pues puede tener un virus que afecte el sistema respiratorio.
Boca y dientes. No debe haber ningún diente roto, y las encías deben mostrar un color rosa pálido, y el alento debe ser sin mal olor. En caso de mostrar encías inflamadas, debe ser llevado al veterinario.
martes, 15 de enero de 2008
Gato Sano
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