lunes, 21 de enero de 2008

De viaje con tu perro

En este traslado, el perro puede sufrir estrés y angustia ante la nueva situación que se le presenta, por lo que es necesario tomar todas las precauciones posibles, y planificar de la mejor manera para que así tanto dueño como mascota se sientan en óptimas condicines.

En el avión, los perros pueden viajar de dos maneras. Se puede colocar bajo el asiento, donde van los pasajeros o en la parte del equipaje. Si el perro es pequeño, entonces puede ser colocado dentro de un bolso especial e ir bajo el asiento que queda enfrente de la persona que lo lleva consigo. Si el perro es grande y no cabe bajo el asiento será necesario llevarlo como equipaje.

Lo primero que se debe hacer es reservar el campo de la mascota al mismo tiempo que se hacen las reservaciones para la gente que va a viajar, ya que la mayoría de los aviones tienen un máximo de perros permitidos que pueden transportar. Por otro lado, es importante tener presente que se requiere pagar un precio adicional por la mascota.

Como cada país y cada compañía es un mundo, entonces se recomienda que se llame con bastante anticipación para preguntar las medidas específicas que hay que tomar para llevar al perro en el avión y para que lo dejen entrar en el país de destino. Esto debe cumplirse sin importar el tamaño del perro, pues también hay requisitos de seguridad, de salud e higiene que es impresindible conocer y cumplir, como por ejemplo certificados del perro o algunas vacunas.

Seguidamente, es fundamental conseguir una caja especial llamada Kennel si el perro es asignado a la sección de equipaje. Es importante que se le coloque un rótulo o distintivo con el nombre del perro en un tamaño visible y en un color llamativo. En este rótulo, es recomendable apuntar especificaciones o instrucciones especiales que requiera el perro. De esta manera, se evitará que el perro se confunda con otro o que se pierda, y además quienes manejen el quipaje podrán habar con él, y llamarlo por su nombre.

El clima tiene verdaderos efectos en la conducta de los animales, por lo que no se aconseja que se viaje con perros en días o temporadas de temperaturas extremas, pues la aerolínea podría cancelar su reservación o no permitirle subir con el perro.

El kennel o caja deberá tener instalados en su interior recipientes con agua bien fijados. Es común que ya los incluyan, pero es necesario asegurarse de que los traigan y de que sea suficiente la cantidad de agua suministrada.

Para evitar desatres y regueros, se sugiere que en lugar de poner agua en los recipientes se ponga hielo, así éste se irá derritiendo a lo largo del viaje, y durará más. Con respecto a la comida es mejor no poner nada, pues es casi un hecho que se va a desparramar por la caja, y en todo caso, el perro se encontarará tan nervioso que no querrá comer. Se puede colocar una bolsa de alimento con cinta adhesiva sobre el kennel, con instrucciones para las siguientes veinticuatro horas. Por ejemplo, en Estados Unidos se exige por ley que se le ofrezca comida al animal cada cuatro horas de transporte y que se documente cada vez que es alimentado con especificación de la hora.

Si el veterinario lo cree absolutamente necesario, pueden dársele tranquilizantes al animalito, pero esto no se recomienda porque siempre queda en riesgo su vida.

Por último, es una buena idea llevar a caminar al perro para que se ejrcite antes de viajar, pues pasará mucho tiempo inmóvil.

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