martes, 15 de enero de 2008

Temperamento Felino

Los gatos tienen rasgos fundamentales en su psicología, más o menos frecuentes en todos, sin embargo, no hay que olvidar que poseen una marcada personalidad, por lo cual cada ejemplar tiene sus propias características, que se le hacen más acusadas según el ambiente en que se haya desarrollado y el contacto que haya tenido con los seres humanos; por lo tanto cada gato doméstico, es una experiencia distinta para el ser sensible que sea capaz de comprender a estas mascotas tan especiales.
En términos generales, puede decirse que los gatos tienen entre sí más o menos los siguientes rasgos que les son comunes:

Aún cuando el gato es por naturaleza solitario, una vez domesticado, se ha vuelto muy sociable y busca la compañía de los seres humanos, sobretodo la de aquellos con los que está encariñado. Así, aunque esté tranquilamente echado o adormecido en una esquina, el gato disfruta la presencia de su amo, de tal modo que si éste se aleja de la habitación, se despereza y le sigue de inmediato.
Marcado espíritu de independencia. Un gato necesita sentirse libre, y si se siente retenido, abandonará su posición, aún cuando ésta sea acurrucado cómodamente en el regazo de su amo.

Tiene la dignidad propia de los felinos por lo que rehuye las escandalosas y demasiado efusivas manifestaciones de júbilo o afectos.

Se puede decir, que el gato doméstico, ha asumido una posición filosófica ante la vida, por lo que se mantiene tranquilo ante situaciones que no le conciernen directamente, evita peleas innecesarias, disfruta plácidamente de los momentos serenos de la vida, y se resigna y adapta a las situaciones adversas. No es paciente para soportar vejaciones o humillaciones de ningún ser humano, pero puede serlo mucho cuando le es útil, por ejemplo al acechar una presa.

Realmente es dormilón, por lo que se sentirá muy a gusto apoltronado en sitios cómodos y calentitos, sin embargo descansa disimuladamente, fingiendo dormir, pero espiando todos los movimientos y ruidos a su alrededor. Por lo tanto, no son propensos a realizar movimientos superfluos, dosificando con inteligencia sus propias energías.

Como todas las criaturas de fuerte personalidad, es imprevisible, pero muy apegado a sus costumbres.

Aunque a veces parece indiferente, como toda criatura inteligente, es sumamente curioso, característica que lo incita a investigar cualquier novedad, y a explorar todo, por lo cual no lo toman de sorpresa los imprevistos, ya que conoce muy bien todo el ambiente donde se desenvuelve, encontrando rápidamente escondites y zonas de descanso, a veces insólitas para su dueño. Su capacidad intelectiva es notable, así como su memoria, lo que le permite recordar tanto lo bueno como lo malo.

Por último, vamos a mencionar su gran capacidad de encariñarse con su amo, pero esto depende directamente de lo que el amo haga para merecer ese cariño, ya que el gato no está dispuesto a querer a cualquier amo, aunque sea malo. El amor del gato es valioso, dá su amor a quien sabe ganárselo, y sólo se encariña con quien lo trata bien, y que lo proporciona seguridad, siendo capaz de amar a su dueño intensamente, exactamente lo que ocurre con los seres humanos, que aman a quien los ama.

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