lunes, 21 de enero de 2008

El camaleón: un maestro del camuflaje

El boom de las mascotas exóticas sigue recogiendo adeptos. Si bien es cierto que mucho tiempo tendrá que pasar antes de que el número de gatos y perros sea superado por otros animales menos convencionales, las cifras indican que las tiendas que comercializan este tipo de ejemplares, aumentan sus ventas y sus encargos días tras día.

Las alternativas son numerosas: iguanas, erizos, cobayas, etc. Pero si pensamos en un animal que, a la par que exótico, posea características que lo diferencien y lo hagan único, entonces pensaremos en el camaleón. Su capacidad innata para cambiar el color de su piel en función del lugar donde se encuentre, lo ha convertido en un artista del camuflaje y en una de las mascotas inusuales más solicitadas.

Cuna exótica
La región por excelencia de este peculiar reptil es el continente africano, lugar donde se viven en estado salvaje más de 85 especies diferentes. Podemos toparnos con ejemplares en Asia y, aunque resulte sorprendente, también en las costas andaluzas del sur de España. Algunas de las especies más características son el camaleón Calyptratus; muy extendido y procedente del Yemen, el camaleón Furcifer Pardalis; un reptil magnífico traído desde Madagascar, el camaleón Senegalés; pequeño y fácil de reproducir, entre otros.

El tamaño de los camaleones varía en función de su raza: hay ejemplares que no superan los 30 cm. de longitud y otros que incluso están por encima de los 80 cm. La cabeza de este reptil describe una forma triangular mientras que su cuerpo está cubierto de escamas de piel dura. Sus extremidades son grandes, rectas y están rematadas por pies de cinco dedos cada uno. Estos dedos son prensiles, muy útiles para cazar y trepar. Poseen una torreta membranosa en los ojos, por lo que pueden moverlos independientemente. Su larga y pegajosa lengua es un excelente instrumento que dispara para atrapar presas mientras que su cola permanecerá enrollada.

La singularidad que le confiere al camaleón su capacidad de camuflarse ha dado origen a multitud de creencias; algunas más falsas que verdaderas. Los camaleones reaccionan acoplando el color de su piel al fondo al margen del color del mismo. Sin embargo, evitaremos el exceso de tonos blancos y rojos. El reptil puede estresarse hasta fallecer si está continuamente sometido a las tonalidades rojizas puesto que no puede metabolizarlas.

Un camaleón criado en cautividad tiene una esperanza de vida estimada de cinco años pero es importante que utilicemos un terrario por camaleón y que no les juntemos a no ser que sea para el apareamiento. Su marcada territorialidad les empuja a ser agresivos, y no sólo con su especie, sino con nosotros. Debemos mostrar confianza poco a poco para evitar mordiscos y, con el tiempo, subirá por nuestros hombros.

Prestar atención en la compra
Adquirir uno de estos reptiles requiere grandes dosis de cuidado, puesto que se trata de un animal de importación. Tenemos que estar muy seguros de su procedencia y de las condiciones en las que lo compramos para evitar disgustos. No todas las tiendas dedicadas a vender animales cuentan con las referencias de calidad necesarias. Es imprescindible que nos certifiquen que el ejemplar que nos llevamos a casa está plenamente sano.

Los escaparates en los que se exhiben los animales dentro de la tienda son, por norma general, de cristal transparente. A través de ellos podremos comprobar el estado de salud de este reptil fijándonos en su anatomía. Un camaleón sano tendrá los ojos saltones, nunca hundidos. Por otro lado, observaremos el movimiento de sus extremidades y el de su cola. El camaleón se mueve con lentitud, así que el hecho de estar mucho tiempo quieto no es motivo de alarma. Notaremos que el cuerpo posee una piel dura y que está ligeramente comprimido por los lados: esto no significa que esté desnutrido, es algo natural que le permite mantenerse en equilibrio y ocultarse.

Tendremos que exigir todas las garantías legales sobre su procedencia, inexistencia de enfermedades, copia del contrato, etc. Lo mejor para no equivocarse, es acudir a una tienda especializada, ya que los camaleones son delicados y debemos dejarnos asesorar por un profesional, además de buscar información por nuestra cuenta y acudir a un veterinario. Son numerosos los casos es los que por seguir malos consejos de gente supuestamente entendida, hemos perdido a nuestra mascota.

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