Como cortar las uñas del gato sin que surjan problemas

El momento adecuado para comenzar a recortar las uñas de los gatos y evitar el problema que causan al arañar o rascar es cuando el gato aún es pequeño, aunque se puede realizar también de maduro.

El cortaúñas de tipo guillotina, disponible en la tienda de mascotas, es el adecuado; no usar el cortaúñas humano, porque pueden lastimar o aplastar la garra del felino. Otros cortaúñas válidos son los que se parecen a las tijeras, con el filo corto y forma de gancho.

Para realizar esta maniobra se apoya entre las piernas o sobre el suelo entre las rodillas al gato, asegurándolo con el hueco de nuestro brazo menos hábil, todo ello teniendo en cuenta el tamaño del animal y el de la persona que va a proceder a cortarle las uñas. Se sujeta el gato hacia el costado de la persona con el brazo y se sostiene una de las patas con la mano.

El gato nos está dando la espalda y le será difícil soltarse o arañar. Con la mano hábil se sujeta el cortaúñas, presionando las almohadillas de la pata del gato con la otra mano para que asomen sus garras.

Al principio conviene realizar una inspección de las garras para conocerlas perfectamente y saber donde y como se va a maniobrar. En las garras blancas, las mas habituales, es fácil saber donde hay que cortar; hay una rosada en la misma que siempre habrá que respetar; es conveniente cortarlas mas a menudos que cortar la zona rosada ya que el animal sangraría y le resultaría una operación dolorosa.

En las patas delanteras nos encontraremos los espolones, que se cortarán siguiendo las mismas premisas que para el resto de garras, inspeccionando muy bien cada pata ya que nos podemos encontrar más de un espolón.

En las patas traseras el cortado de las uñas no tiene por que ser tan a menudo o incluso ni habrá que realizarlo, ya que crecen más despacio y están menos afiladas que las delanteras. Con práctica se consigue sostener y controlar al animal para que no haya problemas de ninguna clase.

Si no podemos valernos por nosotros mismos podemos pedir la ayuda de otra persona, procediendo a continuación a levantarle cada una de las patas y a realizar el cortado de las uñas, con cuidado de no exponernos directamente a ellas y que nos pueda arañar en un momento dado.

El ideal del corte de uñas debiera de ser semanal, aunque lo mejor es realizarlo con la periodicidad suficiente para que no haya problemas de arañazos o rascaduras y que el animal no sufra mucho estrés en esta operación.