martes, 15 de enero de 2008

Como ponerle un inyectable a nuestra mascota si no hay más remedio

De conveniente administración por el veterinario o personal sanitario preparado para tal efecto, la administración de un inyectable a nuestra mascota, sobre todo si es una situación extrema en la que la vida de nuestra mascota corra peligro, puede plantearnos una complicada situación en las que unos consejos pueden ser muy oportunos.

La forma subcutánea es la forma habitual de administración de los medicamentos, incluidos los sueros (sólo el cloruro de sodio o solución fisiológica y las soluciones de dextrosa al 5% y Ringer). El veterinario deberá de ser el que prescriba la medicación en general o a través de suero.

En aves, perros, gatos y roedores el inyectable se aplicará pellizcando la piel del animal detrás de los omóplatos y levantándola un poco. La jeringa deberá mantenerse horizontal y el bisel de la aguja quedará hacia arriba, para que actúe a modo de sacabocado, para permitir una entrada sencilla provocando el menor dolor posible.

Tras introducir la aguja se empuja el émbolo de la jeringa para que el medicamento acceda al cuerpo del animal. En los sueros se hace de la misma manera; en vez de la jeringa tendremos la guía del suero, que conecta la aguja con el sachet de solución. Se puede administrar a cualquier velocidad, la administración por vía subcutánea no presenta riesgo para el animal.

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