martes, 11 de diciembre de 2007

La rabia, su primera vacunación

Para que además sepas como se inicio todo, respecto a la vacunación contra la rabia, te dejamos aquí unos cuantos apuntes históricos:

En 1804, Zinke en Alemania condujo la primera transmisión experimental de rabia por inoculación con saliva. En 1879, en Lyon, Victor Galtier transmitió con éxito la rabia de perro a conejo y de conejo a perro.

En 1881, Roux, Chamberland y Thuillier, miembros del equipo de Louis Pasteur, demostraron que el sistema nervioso central es el sitio primario de reproducción del virus de la rabia. Estos investigadores transmitieron la rabia mediante la inoculación submeníngea de conejos.

Roux notó que la virulencia del virus en fragmentos de la médula espinal infectada por el virus declinaba con rapidez una vez disecada, y desaparecía por completo luego de un período de 15 días. Pasteur logró proteger a 50 perros que habían recibido una inyección del virus virulento luego de serles administrada una inmunización de protocolo en base a inyecciones subcutáneas repetidas de suspensiones de médula espinal. La inyección inicial contenía extractos desecados no virulentos, y era seguida por inyecciones de fragmentos desecados en períodos más cortos.

Pasteur administró la vacuna por primera vez el 6 de julio de 1885 al joven Joseph Meister, que había sido mordido 14 veces por un perro unas 60 horas antes. La vacuna, administrada por vía subcutánea, consistía de extractos de médula espinal de conejos conservada en un frasco abierto durante 15 días. Se aplicaron otras 12 inoculaciones en los 10 días siguientes con extractos de virulencia progresivamente mayor. Un total de 2.500 víctimas de mordeduras recibieron la vacuna en los 15 meses siguientes.

Conclusión:
Si no lo conseguimos a la primera, debemos seguir intentándolo. Si Pasteur se hubiese dado por vencido, quizás nuestras mascotas e incluso nosotros, no tuviéramos una nueva oportunidad de vida.

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