lunes, 17 de diciembre de 2007

Gatos dentro de Casa

No puedes diciplinar a un gato como lo harías con un perro. Los perros forman jerarquías sociales de las cuales te puedes aprovechar, colocándote en la cima de esa jerarquía. Los gatos forman grupos sociales sólo por necesidad, y el acuerdo está basado respetando territorios, no respetando "al que manda". Muchísimos errores cometidos con los gatos se deben a que se piensa que éstos reaccionarán como lo haría un perro.

Jamás golpees un gato ni uses ninguna clase de castigo físico. Sólo le estarás enseñando al gato que deberá temerte.
Puedes entrenar a un gato a no realizar un comportamiento inapropiado si le enseñas a realizar un comportamiento alternativo, o bien, incompatible, con el comportamiento inapropiado.


Dado que los gatos odian ser sorprendidos, puedes utilizar botellas de agua, aplaudir, chistar, y otros ruidos repentinos (tales como chasquear tus dedos, o decir "No!") para detener un comportamiento no deseado. Sin embargo, cuidado porque estas tácticas no funcionarán si tú no estás presente. Además, es clave hacerlo inmediatamente. Si dejas pasar unos segundos, no sirve para nada. Debes hacerlo tan pronto como el gato comienza el comportamiento.


Se me ha mencionado muchas veces acerca de "empujar la cara". Esto consiste en empujar la palma de tu mano contra la cara del gato. Esto sirve para prevenir que el gato haga cosas tales como morder. No golpees al gato. Simplemente, empuja su cara con suavidad. Puedes acompañar esto con un "no!".


Otra táctica es hacer que ciertos comportamientos sean imposibles. Mantén comida en contenedores, mantén objetos que sean frágiles o peligrosos fuera del alcance, asegúrate que los objetos pesados (por ejemplo, repisas, libreros) son estables. Piensa en lo que harías para prevenir accidentes en la casa si tuvieras un bebé. A pesar que la analogía no es perfecta, prevenir físicamente los problemas sigue siendo una buena alternativa. Por ejemplo, ¿vas a descongelar carne? Ponla en el horno (apagado, claro), y no sobre la barra de la cocina.

Siempre es mejor entrenar a tu gato a evitar comportamientos no deseados tan pronto como te sea posible, tan jóven como sea posible. Vas a tener más éxito entrenando a tu gato mientras sea joven qué es aceptable arañar, y qué no. Nunca toleres comportamientos sólo porque "es bonito" (el gatito aún bebé) pues no siempre será así!

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