El tema de la toxoplasmosis asociada a los gatos tiene un poco de verdad y mucho de mito. En esta primera parte veremos la parte médica de la enfermedad y su transmisión, y más tarde veremos el mito asociado a ella, simplemente porque la información que manejamos (inclusive varios médicos) es incompleta:
Es cierto que los gatos transmiten la toxoplasmosis. Es decir, son los únicos en los que el parásito produce huevos, llamados oocistos. Esto significa que son huéspedes definitivos. El resto de las especies, incluyendo al hombre, son huéspedes intermediarios o accidentales, donde el parásito ingresa al organismo y lo infecta, pero NO deposita huevos.
La infeción en los humanos es frecuente, pero pocas veces produce síntomas. Cuando ocurre en la mujer embarazada existe el riesgo de transmisión al feto con diferentes consecuencias. Con el aumento de la población de inmunodeprimidos (especialmente sida) las formas graves son más frecuentes.
La infección humana es accidental y punto final del ciclo vital. Es muy frecuente en la población general, muchas personas tienen anticuerpos séricos, lo que indica que en algún momento tuvieron la infección, aunque en su vida hayan tocado un gato!
Las dos principales vías de transmisión al hombre son: oral y materno-fetal. El hombre adquiere la infección al: comer carne cruda o no suficientemente cocida que contiene quistes hísticos, ingerir agua o alimentos contaminados con heces de gatos infectados que contienen ooquistes o comer sin lavarse las manos contaminadas. En la mayoría de los países menos de 2 % de los gatos excretan ooquistes en un momento dado.
martes, 11 de diciembre de 2007
Toxoplasmosis: Verdad y mito. Parte 1
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario