Un perro nuevo es una amenaza en potencia para el territorio del animal ya establecido. Es por esta razón que todo dependerá de usted al momento de presentarlos, de las actitudes que tome respecto al nuevo huésped dependerá la feliz convivencia.
En primer lugar usted debe manejar la situación como si se tratara de la llegada de un hermanito.
Así como el bebé nunca saltaría sobre el hermano mayor no deberá dejar que el cachorro o el recién llegado salte sobre el más antiguo, éste podrá encontrarlo desagradable y provocativo.
Busque el encuentro cuando ambos perros estén tranquilos y relajados, y recompense al antiguo por su obediencia delante del recién arribado.
Dele de comer a los dos en la mismo habitación de la casa, procurando que no haya contacto visual entre ellos.
Procúrele a cada perro su propia cama, situada en un rincón privado.
Siga premiando primero al perro más antiguo de la casa y no intente cambiar sus rutinas ajustándolas a las del novato. Después de tantos años de compañía él merece estas distinciones.
jueves, 7 de febrero de 2008
Un nuevo integrante en la casa
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