jueves, 7 de febrero de 2008

Analízame tu perro te lo agradecerá

Hay momentos que observando a nuestra mascota nos esncontramos con que su comportamiento ha cambiado. Podemos notar que sufre de hipersensibilidad, timidez, ansiedad, neurosis, son algunas de las alteraciones conductuales más frecuentes en los perros.

Aunque todavía no tenemos divanes especiales para ellos, pero sí podemos ayudarlos a vivir de manera más relajada.
El primero en estudiar las neurosis en los animales fue Pavlov, quien descubrió los reflejos condicionados o influenciados por el medio ambiente. En el curso de la neurosis se observa un cambio en el comportamiento así que los animales antes equilibrados y tranquilos, se vuelven excitables. Otras alteraciones son:

HIPERSENSIBILIDAD
Estamos hablando de animales muy sensibles a cierto tipo de estímulos como voces, ruidos, o disparos. Se le denomina hipersensibilidad general y puede ser de origen genético, o congénito. La hipersensibilidad congénita o adquirida se corrige mediante un tratamiento psicológico o adiestramiento específico.
El perro hipersensible tiene un umbral de excitación bastante bajo y ante un estímulo negativo por encima de dicho umbral la reacción se manifiesta en un cambio en su comportamiento.
La hipersensibilidad la podemos observar en todas las razas y es una deformidad del carácter en gran medida provocada por el hombre cuando al criar una raza abusa de la consanguinidad. Es común que esta alteración se presente en animales tímidos.

TIMIDEZ

Es un problema común actualmente y no específico de alguna raza. La timidez en el perro viene desde su ancestro el lobo, que al ser un predador conoce el valor de actuar con cautela y evita exponerse a riesgos innecesarios. Cuando son perros sumamente sociables, decimos que esta conducta tiene una base aprendida.
La timidez se manifiesta de dos maneras: la forma no compensada que es cuando el individuo presenta inhibición, desconfianza o miedo ante el elemento intimidatorio con manifestaciones físicas como relajación de esfínteres e incluso ataques de histeria. La segunda forma consiste en la agresión como respuesta compensatoria. Es decir, la timidez se manifiesta con reacciones diferentes en dos animales ante una misma situación cuyo elemento en común es el miedo. En el primer caso, al acercarnos por ejemplo a saludar al animal, éste va a estar inhibido y denotará temor, mientras que en la forma compensatoria el perro tratará de agredirnos al acercarnos.
Tratar de determinar la causa de timidez en un individuo determinado no es tarea fácil pues el origen puede ser externo o genético. Lo que sí pueden hacer los criadores es favorecer la disminución de esta falla de temperamento por medio del apareamiento responsable y su conocimiento de genética.

ANSIEDAD

Por lo general la observamos en perros que han sido privados de libertad durante su etapa de desarrollo y madurez, se manifiesta en conductas indeseables o manías como el hipernerviosismo, destrucción compulsiva, etcétera.
Intentar adiestrar a este tipo de animales sin permitirles expulsar el exceso de energía, sería contraproducente tanto para el perro como para quien lo entrena. Los ejercicios de ataque son de gran utilidad para descargar ansiedad. Pues normalmente después de realizarlos el perro se encuentra relajado.

AGRESIVIDAD

Los malos entendidos entre el perro y su amo se producen por una mala comunicación, pero también hay factores hormonales; la conducta sexual en ocasiones va acompañada con comportamientos agresivos, lo mismo la conducta materna, cuando presenciamos casos de canibalismo.
Las principales causas de agresión de los animales hacia el hombre son: timidez agresiva, perros que muerden porque tienen miedo; exceso de instinto de caza y de presa, en este caso prácticamente no hay componente agresivo, simplemente un exacerbado instinto de perseguir y atrapar lo que se mueve; aislamiento: la falta de convivencia con otros individuos, produce ejemplares con dificultades discriminatorias y en algunos casos confusión mental; entrenamiento inadecuado, el perro puede ser entrenado incorrectamente por inexperiencia y falta de conocimientos en psicología animal por parte de su entrenador. Este es el caso de perros utilizados en guardia y protección donde una misma persona hace de guía o víctima que de agresor, al invertir los estímulos, el perro es incapaz de hacer una diferenciación y ha entrado en un círculo neurótico; irresponsabilidad por parte del propietario en el caso de animales de guardia y protección.

TICS Y ESTEREOTIPIAS

Se definen como movimientos involuntarios, convulsivos o viciosos, pueden originarse como secuela de una enfermedad –como el moquillo– , que afecte al sistema nervioso y suelen ir acompañados por parálisis. También se han observado animales que tienen el tic de lamer. En el perro, generalmente los tics carecen de importancia por lo que no suelen ser tratados y suelen ser más comunes en animales en cautiverio.
Las estereotipias suelen tener su origen en una molestia, por ejemplo en animales que se automutilan, se presenta comezón en un área determinada y la conducta de rascado se perpetúa al parecer por entretenimiento.
Una verdadera atención de tu perro que incluya sobre todo mucho cariño es sin duda la mejor terapia que puede recibir. Dale todo tu amor y verás como todo cambia.

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