Los orígenes de Setter Irlandés se remontan a principios del siglo XVIII, cuando la raza gozaba de una gran popularidad entre la aristocracia, por sus grandes habilidades para cobrar la caza con escopeta.
El Setter irlandés es de carácter enérgico, sentimental e independiente. No siempre tolera con gusto a los extraños.
Pese a que es cada vez más identificado como una raza de compañía, mantiene intactas sus cualidades venatorias, por lo que le suele llamar la atención el volar de las aves y el movimiento rápido de determinados objetos.
Es un perro sumamente veloz, con un gran olfato, resistente y rústico. Trabaja muy bien tanto en la montaña como en el agua, no le afecta el frío ni el calor y desconoce la fatiga. Como todo perro de muestra, cuando detecta la pieza, reduce el paso, como primera precaución para que no vuele, luego la señala apuntando hacia ella con la nariz.
Leal y Afectuoso. Como animal de compañía es leal y afectuoso con su dueño, aunque requiere de un propietario paciente, que guste jugar con él y dar los largos paseos que necesita, porque es muy inquieto.
Sienten una gran amistad con los niños, principalmente como compañero de juego. Eso hace que todo al belleza externa se complemente con la interna y sea ampliamente requerido por una demanda creciente.
jueves, 7 de febrero de 2008
Todo un aristócrata es el Setter Irlandés
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